¿DÓNDE ESTÁN LOS NAZARENOS?
Sucede el Miércoles de Ceniza. Minutos después de las ocho de la noche, la Iglesia de San Juan de Dios es punto de partida del piadoso Vía Crucis presidido por el Santísimo Cristo de la Salud. La imagen más antigua de nuestra Semana Santa se convierte así en pregonera de la Cuaresma recién estrenada, y el incienso que se va quemando delante del impresionante crucificado sirve de proclamación del tiempo litúrgico en el que entramos.
Una doble fila de fieles camina tras el Señor hospitalario rezando las estaciones. Sin embargo, ni la solemnidad del día ni lo adecuado del horario contribuyen a que el seguimiento del acto resulte masivo. Lo que debería ser un acontecimiento para los nazarenos murcianos pasa casi desapercibido para la inmensa mayoría. Ni siquiera la oportunidad de rezar el Vía Crucis en día tan señalado, sin necesidad de pegarse el madrugón, resulta atractivo bastante.
Como decía hace unos años, bien es verdad que en otro contexto, el consiliario de una Cofradía murciana: “¿dónde están los nazarenos?”.
GABARDO